Cocinar con CBD y cannabis: La guía del novato

Cocinar con CBD y cannabis: La guía del novato

Seguro que has oído hablar mucho de la marihuana, el cannabis y el CBD últimamente. Quizá hayas visto documentales tales como “Cooking on High” o “Bong Appétit” y quieras saber algo más del tema. O tal vez tienes amigos que consumen  aceite de CBD u otros productos de cannabis y quieras enterarte de qué rollo va la cosa. 

En esta guía para novatos, te presentamos algunos de los aspectos básicos del uso del cannabis con fines culinarios; te explicaremos los diferentes tipos de cannabis que existen en el mercado y cómo utilizarlos en la cocina. ¿A qué esperas? Ya seas un completo novato en el mundo de la marihuana o todo un experto con ganas de ampliar información, ésta será tu guía definitiva. Así que…¡sigue leyendo y prepárate para sacarle el máximo partido a todos nuestros consejos y sugerencias!

Cocinar con cannabis

El Cannabis Sativa es una planta que produce unos cogollos que contienen unos compuestos muy potentes, los cannabinoides. El más popular es el THC, que se asocia con el  “subidón” que produce el consumo de marihuana. Este contenido varía según la cepa.

Aparte de contener THC, la marihuana también presenta cannabidiol, popularmente conocido como CBD; también incluye otros compuestos como el CBN y el CBG, a los que ahora también se les reconoce su valor terapéutico.

Lo bueno de cocinar con cannabis

Son muchos los beneficios que obtendrás al introducir el cannabis en tu cocina:

• Los comestibles te permiten sacarle el mayor partido a los efectos medicinales de la planta y son muy, pero que muy versátiles.
• Puede ayudarte a reducir tus niveles de estrés.
• Si te cuesta comer, abrirá tu apetito.
• El aceite de CBD ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de las convulsiones, el cáncer y los dolores crónicos.
• Al ingerir cannabis, evitas el daño que la combustión puede causar a tus pulmones.

Elegir la cepa adecuada

Al cocinar con cannabis, algo que hay que tener en cuenta es la cepa que se utiliza. No todas las variedades son iguales, y algunas son más adecuadas para cocinar que otras.

A la hora de elegir una variedad de marihuana para cocinar, deberás considerar su potencia y su sabor. Algunas son más potentes que otras, y también aportan sabores más fuertes a tus platos. 

Si es tu primera vez cocinando con cannabis, te recomendamos que empieces con una variedad suave como la Northern Lights, conocida por sus suaves efectos y su sabor a tierra. También podrías probar una cepa con alto contenido de CBD, como Charlotte’s Web. La cosa es que seguramente tengas que experimentar con varias hasta que des con la tuya. 

¿Qué es la descarboxilación y por qué es necesaria?

Uno de los errores más comunes que se cometen al cocinar con cannabis es olvidarse de descarboxilar los cogollos.

La descarboxilación es un proceso en el que las sustancias químicas psicoactivas de la planta se activan haciendo que te sientas colocado o relajado, cuando las consumes.

La planta de cannabis contiene THCA y CBDA, que ni te colocan ni te relajan. Para que existan efectos, resulta esencial transformarlos primero a THC y CBD, y con este fin es que se utiliza el calor: la llama de un encendedor, el atomizador de un vapeador e incluso un horno normal de cocina. Las estructuras químicas del THCA y el CBDA de la planta tienen un grupo carboxilo adicional que el calor destruye – o lo que es lo mismo: descarboxila el compuesto. El cocinar con cannabis conlleva el seguimiento de tres fases. La fase 1 o proceso de descarboxilación, la fase 2 o de infusión y la fase 3 o de colado y almacenaje.

Fase 1: Descarboxilación del cannabis 

La activación de los cannabinoides comienza a 90°C, y deben quedar expuestos a esta temperatura durante 30-60 minutos. Algunos chefs prefieren temperaturas ligeramente superiores. Cada cepa tiene su propio rango de temperatura óptima, así que estúdialo bien antes de empezar.

Para descarboxilar tus cogollos, deben someterse a una temperatura de 90°C (200-245ºF) sobre una bandeja forrada con papel de hornear o papel Albal.  Se desmenuzan los cogollos en trozos del tamaño de un guisante y deben hornearse durante al menos 30 minutos a una temperatura controlada. No sobrepases nunca los 115ºC ya que a esta temperatura la potencia de la hierba podría verse degradada. 

Cuando pienses someter tus flores de cannabis al proceso de descarboxilación, incluye todas sus partes (tanto sus tallos como los cogollos) y para poder controlar mejor su contenido en THC o CBD, procura que sus tallos y cogollos pertenezcan a la misma cepa.

Las temperaturas suelen variar según el horno. Si ves que tus flores se vuelven marrones demasiado rápido o que huele a quemado, baja la temperatura.

Herramientas 

• Un horno u hornillo
• Una bandeja para hornear
• Marihuana
• Papel de hornear o papel de aluminio

Instrucciones

Precalienta tu horno a 90°C con la rejilla en el estante central. El centro del horno es la zona ideal, ya que la parte superior suele estar más caliente que la parte inferior, que alcanza una menor temperatura.

• Forra la bandeja con papel de hornear o de aluminio. Desmenuza las flores o cogollos en trozos del tamaño de un guisante. Si quedan demasiado finas podrían quemarse.
• Hornea durante 30-40 minutos y ve dándoles la vuelta a los cogollos de vez en cuando.
• Pasado este tiempo y tras dejarlos enfriar durante unos 30 minutos a temperatura ambiente,verás que tu cannabis se ha tornado dorado y ligeramente tostado. ¡Ya está listo!
• Cuando se haya enfriado bien, ya está listo para ser infusionado y puede ser añadido a tu mantequilla, aceite o miel  También puedes reservarlo para un uso futuro.

Fase 2: Infusionar

Si deseas preparar comestibles de marihuana, deberás elegir un ingrediente soluble en grasa. El THC y el CBD necesitan lípidos para que las células de tu cuerpo puedan absorberlos correctamente; así, tus preparados infusionados con cannabis serán más efectivos, como las galletas de chocolate. 

Mantequilla de cannabis (cannabutter)

Ahora que has descarboxilado tu hierba, todo está listo para empezar a infusionar.

1. Derrite una parte de mantequilla por 3 partes de agua. El agua ayudará a que la grasa se caliente más uniformemente. Así, por cada 250 g de mantequilla, añade 750 ml de agua. A esto añádele entre 3,5 g – 7 g de hierba (dependiendo de lo fuerte que la quieras), o más si usas hojas y/o tallos en su lugar.

2. Coloca el quemador en la posición de calor más baja. La grasa debe cocinarse a 65ºC (150ºF) y no debe subir más de 93ºC (200ºF), ya que temperaturas mayores quemarán la mezcla. Un termómetro de cocina puede ayudarte a calibrar la temperatura exacta.

3. Añade el cannabis descarboxilado y mezcla bien  Cubre la olla con una tapa para que ell calor se distribuya mejor durante el proceso de extracción.

4. Cuece a fuego lento durante tres o cuatro horas, a unos 65°C. Cuanto más lo cocines, más fuerte será, pero recuerda mantenerlo a una temperatura baja y constante. Si te decides por tiempos más largos, añade más agua, ya que al evaporarse, la mantequilla podría quemarse.

Fase 3: Colar y almacenar

Ahora que tu casa desprende ese delicioso olor a cannabis y a mantequilla, ha llegado el momento de que cueles tu mezcla.

1. Coloca varias capas de estopilla sobre un tarro para crear un filtro. Utiliza una banda elástica para que no se mueva. Los filtros de café también pueden valer; los coladores, no obstante, suelen tener orificios demasiado gruesos para este propósito.

2. Vierte lentamente la mezcla a través de la estopilla. Deja que escurra completamente para que no se desborde. Una vez que hayas terminado de colarla, puedes desechar la marihuana restante, o usarla para compostar.

3. Deja que esta mezcla se enfríe durante 30 minutos a temperatura ambiente y, luego, métela en la nevera.

4. Una vez que se haya enfriado y solidificado, podrás ver la mantequilla en la parte superior y una fina capa de agua cerca del fondo del tarro. Retira del tarro tanta agua como te sea posible.

Este preparado debería tener una vida útil de al menos dos meses. Y además, congela bien, si quieres guardarlo por más tiempo. 

¡Tachán! Tu cannabutter ya está lista para ser utilizada 

Es posible que quieras cortarla en trozos pequeños y uniformes para facilitar la dosificación. Puedes utilizar la cannabutter para sustituir la mantequilla o el aceite en prácticamente cualquier receta.

Recuerda que es un producto concentrado y procura añadir sólo una pequeña cantidad de cannabutter hasta que sepas cuál es tu tolerancia. Siempre podrás ingerir más cantidad, si eso es lo que quieres; si te pasas,  ten en cuenta que sus efectos son más duraderos que cuando se vapea o seuma. Así que ve despacito, poco a poco y con buena letra.

Aceite de cannabis

Lo cierto es que puedes usar cualquier aceite para infusionar, aunque dependerá de las recetas que quieras preparar. Recuerda que cada aceite aportará su propio sabor a la mezcla. Así, como sugerencias, podrías probar con:

• Aceite de oliva
• Aceite de coco
• Aceite de aguacate
• Aceite de cacahuete
• Aceite de girasol
• Aceite de chile

Ya verás que es muy fácil; solo tienes que seguir las instrucciones anteriores y vigilar que el aceite no se caliente demasiado.

Recuerda: el aceite a altas temperaturas puede ser peligroso, así que ten cerca una toalla húmeda por si las moscas.

Cannahoney o miel de cannabis

Hay muchas formas diferentes de disfrutar de la miel de cannabis, pero ¡ojo! Esta viscosa (y deliciosa) sustancia se pegará a toda tu ropa y manos si no te andas con cuidado. También puedes verterla sobre tus aperitivos favoritos o incluso beberla diluida en agua caliente, a modo de té o infusión.

Si te animas a prepararla, sigue las instrucciones anteriores, sustituyendo la mantequilla por miel. Y recuerda siempre descarboxilar tu hierba primero.

Una vez esté fría, la miel se conservará durante 1-2 meses si se almacena en un lugar seco y fresco.

Tinturas de cannabis

Si lo que buscas son efectos de acción rápida, las tinturas son ideales. Sin embargo, el proceso de extracción es un lento proceso que puede durar varias semanas.

La verdad es que elaborar tinturas en casa no es nada difícil. Se debe usar alcohol de alta graduación o glicerina. Necesitarás un poco de cannabis y un tarro de cristal con una tapa que selle bien, para guardarla hasta que esté lista para su consumo. 

Método de preparación tintura de cannabis

Paso 1: Descarboxila tus flores o cogollos de cannabis. Tritura hasta obtener una consistencia fina.

Paso 2: Mezcla tus flores con alcohol de alta graduación. Utiliza un tarro de cristal.

Paso 3: Sella bien el frasco. Almacena en un lugar fresco y seco durante unas semanas. Vigila y agita una vez al día.

Paso 4: Después de 2 ó 3 semanas, cuela la mezcla con un filtro de café.

Producción de tinturas exprés

Si sigues los pasos del método anterior, obtendrás una tintura bastante fuerte y de calidad. Sin embargo, si por lo que sea no quieres o no puedes esperar, mezcla un poco de cannabis con alcohol, agita durante unos minutos y cuela la mezcla. Quizás no sea ni tan buena ni tan fuerte, pero notarás sus efectos.

Guías de dosificación

Calcular con precisión la cantidad de THC o CBD de tu mantequilla no es una tarea sencilla. Y es que depende de varios factores, como la potencia de la cepa, el tiempo y el calor con el que se ha descarboxilado, y la cantidad de hierba infusionada con la mantequilla.

Lo mejor, como siempre, es ir probando: ¡el método prueba-corrección!

Una dosis estándar de THC o CBD de un comestible comprado en tienda es de 5 a 10 mg;  2,5 mg se consideran una microdosis. Siempre comienza con una dosis baja, ya que tus cálculos pueden no ser del todo precisos. Por eso, te recomendamos empezar con 2,5 mg y luego ir tomando más, si te va bien. 

Recuerda que los efectos de los comestibles pueden tardar varias horas en aparecer. Por eso, ¡sé paciente! El cannabis afecta a cada persona de forma diferente, analiza cómo te vas sintiendo  al aumentar la dosis.

Si tu mantequilla de marihuana es demasiado fuerte, no hay problema: puedes ir jugando con tus recetas. Si la receta requiere 500 g de mantequilla, mezcla 250 g de cannabutter y 250 g de mantequilla normal para reducir su potencia a la mitad.

Cómo calcular la potencia de tus comestibles usando un solo lote de cannabutter

• ¿Cuántos cogollos has utilizado para hacer tu cannabutter? Para convertirlo en miligramos, multiplícalo por 1.000 (mg).
• ¿Cuál es el porcentaje de THC o CBD de tu cogollo? Multiplica el peso en miligramos de tu flor por su porcentaje de THC / CBD.

El número resultante es el total estimado de miligramos en todo el lote. Divide esto por el número de trozos que has cortado, y la cifra será la dosis de tu comestible.

Así, por ejemplo, en la receta anterior de cannabutter, hemos utilizado 7g de cannabis con un 10% de CBD:

7g x 1.000 = 7.000 mg de CBD

7.000 mg x 0,10 (THC) = 700 mg de CBD

Dividido entre 40 porciones: 700 mg / 40 = 17,5 mg de CBD por brownie.

Dividido entre 20 porciones: 700 mg/ 20 = 35 mg de CBD por brownie.

Cosas a tener en cuenta, especialmente si eres novato

Estos son solo algunos de nuestros consejos:

1. Comienza con una pequeña cantidad y aumenta gradualmente a medida que te familiarices con los efectos.

2. Cocina siempre con cannabis en un área bien ventilada.

3. Si estás embarazada o dando pecho, vigila tu consumo.

4. Mantén el cannabis alejado de los niños y las mascotas. Recuerda que a los niños les encantan las cosas dulces, así que debes tener mucho cuidado de mantener tus comestibles fuera de su alcance.

¿Cómo almaceno mis comestibles y cuándo vencen?

Para mantenerlas frescas, guarda tus golosinas en un recipiente hermético y mételo en la nevera. Así podrán durar hasta una semana.

Recetas para novatos

Si quieres empezar a cocinar con cannabis, he aquí una de nuestras recetas favoritas:¡la del brownie de chocolate!

Brownies con infusión de cannabis 

(Ingredientes para 16 raciones)

• 1 taza de harina de uso general
• 1/2 taza de cacao en polvo sin azúcar
• 1 cucharadita de polvo de hornear
• 1/4 cucharadita de sal
• 1/2 taza (1 barra) de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
• 1 taza de azúcar
• 2 huevos grandes
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 4 cucharadas de aceite de coco con infusión de cannabis o mantequilla, derretida y enfriada*.

Instrucciones

1. Precalienta tu horno a 175ºC (350º F). Engrasa un molde de 20 x 20 cm con aceite de coco o mantequilla infusionada con cannabis.

2. Forra tu molde con un trozo de papel de hornear, dejando un saliente en dos lados para que funcionen como asas. Reserva.

3. En un bol grande, mezcla los ingredientes secos (harina, el cacao en polvo, la levadura en polvo y la sal) y reserva. 

4. En otro gran cuenco, bate la mantequilla infusionada y el azúcar con una batidora eléctrica. Clarea (unos tres minutos). Añade los huevos de uno en uno, batiendo hasta que queden bien integrados. Añade primero el extracto de vainilla y luego la mezcla de aceite y/o cannabutter hasta que quede bien integrada. Obtendrás una masa espesa.

5.Vierte los ingredientes secos sobre los húmedos, mezclando la mitad de ellos con una espátula de goma hasta que estén bien combinados. No remuevas demasiado la masa o tus brownies saldrán duros.

6. Cocina en el horno precalentado durante 25-30 minutos, hasta que un palillo pinchado en el centro salga limpio. Coloca sobre una rejilla y espera a que se enfríen completamente, antes de proceder a cortarlos en cuadrados.

7. Guarda los trozos a temperatura ambiente dentro de un recipiente hermético.

*Nota: Si quieres, en lugar de aceite de coco o mantequilla infusionados, utiliza una mantequilla normal sin sal y una tintura/extracto de cannabis (medido en volumen). Sigue los pasos anteriores y ¡tachán!

FAQs

¿Es fácil hacer mis propios comestibles de cannabis?

Sí, es súper sencillo. ¿Por qué no pruebas a preparar tus propios comestibles en casa? ¡Son mejores que los comprados!

¿Los comestibles son mejores que fumar hierba?

Fumar cannabis tiene un efecto distinto a ingerirlo. Cuando lo comes, sus efectos tienden a ser más fuertes y duran más. Un error común suele ser pasarse con las cantidades, porque estos comestibles están realmente ricos. Recuerda que al fumar marihuana, los efectos son prácticamente instantáneos. Sin embargo, los efectos de un comestible tardan más en aparecer; normalmente, entre media hora y una hora, pero en algunos casos puede tardar hasta tres horas.

¿Qué flor de cannabis debo usar?

La verdad es que ninguna variedad es mejor que otra, así que utiliza tu favorita. Ya sea una cepa de contenido alto en sativa o índica, o una cepa de CBD no psicoactiva sin THC, lo único realmente esencial es que el cannabis haya sido sometido a un proceso previo de descarboxilación y elige a conciencia según el sabor y los efectos que quieres conseguir. Recuerda que además del THC y el CBD, la planta contiene asimismo otros cannabinoides, flavonoides y terpenos que también son importantes. Ten cuidado con la concentración de cannabis (vé al apartado sobre la elaboración de la mantequilla de marihuana), que no será afectada por la temperatura. El THC o el CBD no se deterioran por aplicar grandes cantidades de calor, así que no estás obligado a cocinar a fuego lento.

¿Puedo congelar mis comestibles?

¡Claro que sí! La congelación no afectará a los efectos psicoactivos de tus comestibles. Tampoco perderán ni su sabor ni su olor. Si te parece, duplica la mezcla para brownies (u otro preparado), cocina lotes más grandes y, una vez se hayan enfriado totalmente, procede a su congelación.

Sigue estos consejos y cocina con cannabis de forma segura y eficaz

Cuando prepares tus comestibles, comienza utilizando poca cantidad. Ve aumentando la dosis paulatinamente, con cuidado de no pasarte. Puedes seguir estos consejos para preparar comestibles de cannabis de forma segura y eficaz:

1. Toma una cantidad pequeña y aumenta la dosis poco a poco, según sea necesario.

2. Ten cuidado de no pasarte con las cantidades.

3. Mantén tu cannabis alejado del calor y de las llamas.

4. Si tienes pensado conducir o manejar maquinaria pesada, espera a hacerlo al menos dos horas después de haberlo consumido.

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